No nos engañemos. Aprender un idioma como el coreano no es tarea fácil. Por lo menos no lo es para un hispanoparlante; para un japonés, sin embargo, puede que no resulte tan complicado. Y es que con los idiomas no se trata tanto de que un idioma sea difícil en sí mismo, como de que sea complicado aprenderlo por alguien con una lengua materna y una cultura muy diferentes a ese idioma.
Pero como lo que nos interesa en este caso es saber cómo de difícil es para nosotros, los españoles, aprender un idioma como el coreano, vamos a centrarnos en dónde estriban realmente las dificultades del idioma. Insisto, para nosotros.
Alfabeto coreano o Hangeul
La primera piedra en el camino que nos encontramos al aprender coreano es que este idioma cuenta con un alfabeto diferente al nuestro. Este alfabeto, llamado Hangeul, se compone de símbolos que según su disposición cuadrática van formando sílabas. Ya hablaré en otro post más en profundidad acerca de las características de este alfabeto y de la mejor forma de aprenderlo. Ahora prefiero que nos quedemos solo con lo siguiente, y es que, aunque en un principio pueda imponer mucho aprender un idioma con un alfabeto que no es el nuestro, en el caso del alfabeto coreano no es tan complicado. Al menos, no es tan difícil aprender a leerlo. Otra cosa es escribir bien en coreano, sin cometer faltas.
Lo bueno es que lo que son los símbolos en sí pueden aprenderse en un par de tardes, o incluso menos tiempo, dependiendo del interés y el esfuerzo que se le ponga. Y aunque tardaremos meses en leer con una pronunciación y una entonación correctas, podemos desde el momento uno leer en coreano para descifrar mensajes y comprender el contenido.
Idioma aglutinante
Otro aspecto importante que hace del coreano un idioma complicado de aprender para los descendientes de pueblos con lenguas romances es el hecho de que es un idioma aglutinante. ¿Y esto qué quiere decir? Los idiomas aglutinantes son aquellos que van añadiendo sufijos a las palabras para ir transformando la gramática de la frase. De esta manera, en vez de ir poniendo palabras delante de un sustantivo para modificarlo, en el coreano lo que sucede es que se le van “pegando” sufijos a la palabra por detrás.
Ejemplo:
- Casa -> 집
- Es la casa -> 집이아
- En casa -> 집에
- A casa -> 집으로
El japonés es otro ejemplo de idioma aglutinante. Pero ojo, no hay que irse tan lejos como a Asia para encontrar idiomas de estas características. El euskera, por ejemplo, es también una lengua aglutinante. Así que buenas noticias para mis paisanos que quieran aprender coreano. Para ellos este aspecto de la lengua está más que superado.
Pero hay otro tema de la gramática que el coreano tiene en común con idiomas como el japonés y el euskera. Y es el hecho de que el auxiliar o verbo vaya al final de la frase. Para que nos entendamos, el orden de las palabras en español es:
- Sujeto + Verbo + Resto del predicado = Yo voy a casa
- En coreano, sin embargo, el verbo va al final de la frase.
- (나는) 집으로 가요 = (Yo) A casa voy
Hay además otros aspectos de la gramática, como el hecho de que se utilicen partículas sin significado, pero con función sintáctica, el escaso uso de pronombres y una conjugación de verbos que no se apoya en los pronombres de persona (yo, tú, ellos, etc.) que hacen del aprendizaje del coreano un verdadero reto.
Cultura confucionista
Aunque sin lugar a dudas, la mayor dificultad a la que se enfrenta un occidental a la hora de aprender coreano es la diferencia de registros que experimenta la lengua en función de con quién o a quién nos dirijamos. Ya te contaba en un post anterior, “El lenguaje de respeto en el idioma coreano”, que la cultura coreana sienta sus bases en la ideología confucionista. Esta ideología prioriza al grupo frente al individuo, de manera que cada persona cuenta como parte de una comunidad. En esta comunidad o grupo existen ciertas jerarquías en función de factores como la edad o el rango que se tenga.
Esta característica, tan importante en la cultura coreana, queda plasmada en el idioma, de manera que uno tiene que aprender no solo a formar esos registros, sino también a saber cómo, cuándo o con quién usarlos. Para nosotros, que lo más parecido a formalidades en el lenguaje que podemos tener es el tratamiento de “usted”, pensar en tener que manejar 3 registros donde el verbo e incluso a veces el sustantivo cambia puede generar cierto estrés. No obstante, hay formas de sortear esta dificultad. Pero de eso ya hablaré en otro artículo.
Conclusión: el coreano ¿es realmente tan difícil?
Siento decir que sí, el coreano es un idioma difícil de aprender, para nosotros al menos lo es. Para que me entiendas, aprender coreano a un nivel avanzado puede suponer un año entero de dedicación exclusiva al entrenamiento con el idioma y en un contexto de inmersión lingüística total o casi total. Un año y 6-8 horas diarias de trabajo intensivo con la lengua, más actividades de inmersión como escucha de podcasts, participación en foros y redes, lectura extensiva, conversaciones semanales con coreanos nativos… podría dar como resultado un nivel avanzado del idioma. Es decir, que se necesitan más de 2000 horas de entrenamiento para llegar a ese nivel. Por comparar, con el inglés bastarían unas 800 horas para llegar al mismo nivel.
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