El 21 de febrero es el día internacional de la lengua materna, y qué mejor día que este para hacer la presentación oficial de mi cuento. “Cuando un globo vuela” está escrito en tres idiomas. Nació como un relato escrito en español, mi lengua materna, y después se convirtió en un álbum ilustrado que traduje primero al inglés y después al coreano.
Así que este cuento es uno que celebra la riqueza cultural que hay en la diversidad de lenguas. Los cuentos, los relatos y las historias en general son todas potentes herramientas para el aprendizaje de idiomas. Apenas se utilizan en el sistema de enseñanza tradicional, y creo que es una pena. Y un error.
Con este cuento quiero precisamente reivindicar la importancia de los cuentos como instrumento educativo para la vida en general y los idiomas en particular.
Para la presentación oficial contamos con la generosidad de la librería Elkar en Vitoria, que nos brindó un espacio para hablar sobre el libro a amigos, conocidos y algún que otro curioso. Y lo cierto es que tanto mi hermana Itziar, ilustradora del cuento, como yo estuvimos de lo más a gusto. Siempre es más fácil abrirse a los demás cuando hay un interés y una participación por parte de los que escuchan. Mención especial merecen los niños, que además de hacer preguntas de lo más variopintas nos hicieron reír de lo lindo con sus comentarios y aportaciones. Pasamos un rato estupendo.

¿Qué esconde el cuento?
El cuento, que nació sin ser un cuento, partió de un recuerdo mío de la infancia. ¿Qué le pasó a aquel globo que me regalaron y por accidente perdí? ¿Cómo se sintió al estar solo fuera de su zona de confort, lejos de lo conocido y teniendo que superar obstáculo tras obstáculo?
La respuesta a todas esas preguntas las tenemos cada uno de nosotros en nuestro interior. Ese globo somos nosotros, cualquiera de nosotros, ya sea niño o adulto.
La vida no es más que un viaje, y son las experiencias de ese viaje las que nos ayudan a crecer y a hacernos más fuertes. Y cuanto más arriesgamos en ese viaje, cuanto más nos atrevemos a alejarnos de lo cómodo, a explorar lo desconocido, más sufrimos y más ganamos. Más lloramos y también más sonreímos. Es en esa necesaria dicotomía entre placer y dolor donde se encuentra el equilibrio para llegar a una vida más plena, más rica y, en definitiva, más feliz.
Dentro de todos los obstáculos que podemos encontrarnos en la vida, para mí hay cuatro que son comunes a todos. De hecho, estos cuatro obstáculos pueden experimentarse ya desde la infancia y no por eso son menos dolorosos o difíciles de sobrellevar. Durante la presentación expliqué cuáles eran estos obstáculos y los símbolos en el cuento que los albergaban. Pero sinceramente creo que es mejor dejarlo a la libre interpretación del lector y que cada uno vea en el cuento lo que quiera ver.
A veces nosotros escogemos a los libros, y otras veces son los libros los que nos escogen a nosotros. Y creo que con las historias y la interpretación que hacemos de ellas pasa lo mismo.

Encuentros con los lectores
Al final un autor no se siente satisfecho del todo hasta que no recibe el calor, la crítica o la opinión expresa de un lector. Cualquiera que escriba por placer o por gusto estará de acuerdo conmigo, porque aunque uno escriba para sentirse bien, como es mi caso, dentro de cada uno está esa necesidad imperiosa de ser escuchado.
Por eso, la presentación en Vitoria de “Cuando un globo vuela” fue la primera, pero intentaré que no sea la última. Para aquellos que tengan interés en saber más acerca del cuento os diré que mi intención es seguir organizando pequeños eventos, cuentacuentos, presentaciones… E informaré de ello por aquí y en redes.
Así que ¡hasta el próximo encuentro!